miércoles, 25 de agosto de 2010

¿Cómo puede el urbanismo sostenible mitigar la dispersión urbana?

El urbanismo sostenible apuesta, entre otros factores, por un modo de vida basado en la ciudad tradicional, mientras que la dispersión urbana está basada en el modelo de crecimiento del New Deal estadounidense. La dispersión urbana requiere un uso intensivo del automóvil debido a que las actividades sociales están marcadamente separadas: trabajo, ocio y vivienda se ubican en puntos remotos. Sin embargo, el diseño urbano sostenible de la ciudad tradicional aporta la compacidad de los usos urbanos, combinando múltiples actividades en un solo edificio. De esta forma los edificios pueden usarse como tiendas y oficinas en planta baja y las siguientes como viviendas. El modelo de la ciudad histórica europea, con su concentración de viviendas, comercios y entretenimiento en la misma área, reduce el uso del automóvil, el cual es el elemento más insostenible de la dispersión urbana.

Así pues, en una ciudad compacta el uso del automóvil y el consecuente gasto energético serán menores. A la vez que se concentran las actividades aumenta la altura del edificio, pero un incremento desproporcionado en la altura implicará un gasto extra de materiales e instalaciones cuyo uso y producción son altamente contaminantes. Es por ello que las tipologías urbanas sostenibles deberían basarse en una densidad media que no sature la ciudad. Una vez más, debemos mirar hacia la ciudad tradicional y sus edificios de cuatro o cinco plantas y estructuras de muros de carga como el modelo ideal. Es más, las estructuras de muros de carga tienen más capacidad aislante y el uso de técnicas tradicionales mitiga el impacto ambiental.

En el modelo de dispersión urbana la densidad de edificación es muy baja y los espacios verdes amplios, pero son de titularidad privada. De esta forma cada propietario tiene una pequeña parcela ajardinada (que puede elegir pavimentar) pero no puede disfrutar de grandes parques. Por contra, el modelo compacto del urbanismo sostenible puede disfrutar de más áreas verdes. En primer lugar, la densidad media de los edificios de viviendas permitiría patios semiprivados que sirven a cada comunidad de vecinos. Este modelo ha sido ampliamente usado a lo largo de la historia y podemos encontrar ejemplos en los edificios proyectados por Ildefonso Cerdá para el Ensanche de Barcelona en 1859 o los antiguos corrales de vecinos en Sevilla o Madrid, sólo por mencionar dos ejemplos españoles. Un segundo nivel está representado por las plazas, herederas directas del foro romano. Las plazas, porticadas o no, organizan la ciudad en torno a un hito histórico: iglesia, palacio, teatro… permitiendo el desarrollo de una vida social en torno a ellos, ya que los edificios circundantes también contienen viviendas. Una plaza peatonal es fundamental para el libre desarrollo de actividades sin el temor al tráfico rodado o a su concentración cuando se usan como aparcamiento. Este concepto de plaza justifica una sostenibilidad urbana que busca la concentración de actividades y permite la existencia de grandes parques urbanos. Estos parques tienen su origen en los jardines palaciegos que ocasionalmente se abrían al público: una gran área verde para uso y disfrute de ciudadanos quienes pueden encuentran allí actividades que no pueden realizar en los pequeños jardines privados de un modelo de dispersión urbana. Estas islas ajardinadas dentro de la ciudad compacta permiten un contacto con la naturaleza sin la necesidad del uso del coche. De esta forma se evitan viajes innecesarios concentrando actividades en un área más pequeña.

Otro problema de la dispersión urbana es que para su crecimiento necesita ocupar una gran cantidad de tierra que son generalmente bosques, huertos o granjas. Su transformación en áreas urbanas implica la pérdida de tierra fértil y espacios naturales que podrían ser explotados de forma sostenible contribuyendo al propio desarrollo de la comunidad.

En conclusión, un diseño urbano sostenible puede afrontar la dispersión urbana implementando una serie de principios comunes al urbanismo tradicional europeo, densificación moderada, plazas públicas y parques públicos. En una ciudad compacta que combine varios usos bajo un mismo techo y que tome como guía los principios de la arquitectura vernácula de cada lugar, se necesita menos tiempo para desplazarse de un punto a otro y además permite un crecimiento que devora menos tierra y por tanto mitiga la dispersión urbana.

2 comentarios:

  1. Los problemas de la dispersión urbana son el pan de cada día para los que vivimos en las afueras de las ciudades medianas. Es el crecimiento por gigantismo. Como apunta Leon Krier, la ciudad debe crecer por agregación de múltiples núcleos. La ciudad tradicional colapsa en un engendro parecido a Sevilla a partir de cierta magnitud si no se hace por agregación de núcleos bien definidos, que es la forma natural de crecimiento.

    ResponderEliminar
  2. Hola. La moda sostenible llega al urbanismo, es una peste que camufla y vacía de verdad. La ciudad, la casa, el espacio para el Encuentro de la familia, la sociedad. Se pretende que responda al problema de la dispersión urbana un "urbanismo sostenible". ¿qué es eso de urbanismo sostenible?, es decir, porqué ahora se le viste de sostenible, la moda, ya no hay urbanismo ecológico, ni urbanismo moderno, ahora es sostenible, bien; ¿a qué se refiere?, mucho me temo que sea el mismo urbanismo que ha permitido la dispersión, fundamentalmente basado en no estimar, ni contemplar si quiera, los costes de urbanización, de transporte, de redes, de abastecimiento y saneamiento, de reciclaje, de tratamiento, de alcance. Un urbanismo que efectivamente va ocupando espacios necesarios para la agricultura, tierras fértiles tan escasas en el orbe y sobre todo, olvida el transporte real, queriendo muchas veces abrazar la utopía soviética del trasporte colectivo, cuando en realidad se fomenta el uso del vehículo particular precisamente por la misma dispersión urbana creada y con ello la necesidad de aumentar carriles de circulación, colapsos de tránsito, tiempo, dinero perdido, inseguridad, empeoramiento de la calidad de vida y la salud de los urbanitas.
    No, no se busque al urbanismo de siempre vestido de "sostenible" como mitigador de su propia criatura. Basta ya de proteger construcciones sin valor arquitectónico/cultural ninguno dentro de los cascos, de limitar alturas y promover espacios nuevos que requieren más dotación policial, educación, sanitario, cultural, religioso, etc. Porque si se sumaran los costes finales de transporte de redes de metro, autobuses, etc, nos quedaríamos asombrados de la necedad y negligencia del urbanismo contemporáneo. Claro que para un país tan pobre como el nuestro, carente de recursos energéticos y empeñado en desmantelar centrales nucleares, el urbanismo es lo de menos, me temo, porque todo el sistema económico, social y moral de los habitantes de la urbe está podrido y decadente, en agonía. La dispersión sucumbe por falta de recursos para el mantenimiento de tan altos costos de explotación. El problema radica en la escasa rehabilitación del centro de las urbes, la mala calidad arquitectónica de edificios seculares, dañados estructuralmente y que se van a ver, si no lo están ya, al límite de su resistencia física material. Se apuntaron al carro ecológico y nos ha costado la ruina nacional la falta de centrales que nos abastezcan sin tener que importar gas para quemarlo y generar luz, nos han saqueado la poca riqueza nacional y ahora, bajo pellejos de sostenibilidad nos quieren engañar de nuevo para seguir hundiendo la nación.
    ¡Basta ya de canalladas! Un urbanismo tradicional, adaptado al modo y costumbres nacionales, teniendo en cuenta no sólo el espacio para el Encuentro, sino también los sistemas, los costos, el mantenimiento de todas las infraestructuras, redes y tratamientos. Es tiempo de un urbanismo conjunto arquitecto-ingeniero civil-economista-jurídico y no sólo manchas de áreas y más áreas a ocupar ocasionado por un crecimiento mal gestionado, mal controlado y pésimamente desarrollado.

    ResponderEliminar

Si desea hacer un comentario que no tenga que ver estrictamente con la entrada en la que comenta, le ruego me escriba a pfunes1981@gmail.com o use el minichat.

Muchas gracias por su aportación.

No se publicarán comentarios solicitando intercambio de enlaces o sugiriendo visitas a otros blogs de temática no relacionada con este.