lunes, 4 de julio de 2011

Palladio en España (I): Trazas Palladianas en el Monasterio de El Escorial (I).

Retrato de Andrea Palladio en la edición española de 1797 (1). 

Tras la muerte de Palladio en 1580 su obra irá adquiriendo progresiva fama hasta convertirse en un texto de referencia para el clasicismo. Pero, ¿erá conocido Palladio en las principales cortes europeas durante las dos últimas décadas de su vida? ¿Qué sabía Palladio de la marcha de la arquitectura en Francia, España, Inglaterra o Estambul?

Para responder a estas preguntas hay que tener presente el mundo social en el que Palladio ocupo un lugar subordinado pero importante, un arquitecto a quien poderosos personajes e instituciones confiaban su dinero y prestigio y con quien mantenían un contacto estrecho. Era un mundo jerárquico, pero bastaban a lo sumo uno o dos peldaños en la escala social para relaciona a alguien de la eminencia funcional de Palladio con las cimas del poder. Palladio no conoció personalmente a Felipe II ni al Sultán Selim II, pero sí a personas que trataban con ellos, nobles y embajadores de las diferentes cortes europeas que cumplían labores diplomáticas en la Serenísima República de Venecia. 

En 1572 Andrea Palladio entregó su único proyecto arquitectónico documentado para el extranjero: la Iglesia del Monasterio de El Escorial. Fue convocado junto con otros arquitectos -Gian Galeazzo Alessi, Pellegrino Tibaldi, Vicenzo Seregni, Giuseppe Meda, Vicenzo Danti, Jacopo Barozzi da Vignola y el ingeniero Barone Gian Tomasso Martinano. De todos ellos, Palladio era el único alejado de círculos filoespañoles en Italia, y sus cartas de presentación fueron su libro publicado en 1570 y el parecer de tres personajes de la corte de Felipe II interesados en la arquitectura: Antoine Perrenot de Granvelle (1517-1586), Virrey de Nápoles a quien Daniele Barbaro había dedicado su Vitruvio; Diego Guzmán de Silva (m. 1578), embajador español en Venecia, amigo de Leonardo Valmarana, cuya madre había encargado a Palladio en Palacio Valmarana; y Cristobal de Salazar (m. 1584), secretario del embajador y que poseía una importante biblioteca de matemáticas y arquitectura. 
Portada de la primera edición de "Los Cuatro Libros de la Arquitectura" de Andrea Palladio. Venecia, 1570.

Pero cuando el proyecto llega en 1573 fue desestimado por el Rey ya que previamente Juan de Herrera, el arquitecto real, había modificado las medidas del templo encargado a los italianos, haciendo inviable sus proyectos. Sin embargo, podemos rastrear la influencia del proyecto de Palladio, y de su obra en general, en cuatro aspectos clave: nártex con sotacoro, sala tetrástila en el sotacoro, ventanas termales y uso de la piedra.

Vista general del Monasterio en un grabado de 1694 (2).

(1) Palladio, Andrea. Los cuatro libros de arquitectura de Andrés Palladio, vicentino. Traducidos e ilustrados con notas por Don Jose Francisco Ortiz y Sanz, presbítero. Imprenta real. Madrid, 1797. (enlace al facsímil virtual del Ministerio de Fomento)

(2) Perret, Pedro. Diseños de toda la fabrica de San Lorenzo el Real del Escurial(sic), con las declaraciones de las letras, numeros y caracteres de cada uno. Madrid, 16954. (enlace al facsímil virtual de la Universidad de Sevilla)


Conferencia pronunciada en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Notre Dame en South Bend, Indiana (EEUU), el 11 de Junio de 2011.

Autor: Pablo Álvarez Funes

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